es cierto, no escribo bien y tampoco tengo razón, las letras y la poesía han muerto pero también creo en la rencarnación

miércoles, 27 de noviembre de 2013

el jardín de los presentes

y va por el cuarto intento de replantar el jardín, las flores rojas y azules porque como le encanta el azul, como le recuerda a esos ojos intensos, a esos ojos que ahora la dejan ahí frustrada en su intento de replantar el jardín -replantearse ella- y todas las cosas giran y las pastillas verdes y las flores rojas y azules, y adentro del pecho un agujero gris ¿por qué tantos colores? ¿por qué duele tanto? no quiere la muerte, quiere los ojos pero es tan imposible todo cuando suena Revolver de una calidad muy mala igual de mala que esos ojos y que el vacío, y las plantas la miran morir mientras suena la música es todo tan triste, es todo una escena de película, ¿por qué siempre todo de película? tanta magia siempre rodeándola, forzándola y mintiéndote y la ficción -siempre es mejor que la realidad - y el jardín está deshecho, las plantas son sus manos y el dolor su motor, ¿para qué nos gastamos tanto? y juró por los Beatles que iba a luchar y allí mismo rompió su promesa y no luchó más y el jardín fue un cuadro de muerte, un cuadro azul y triste, un cuadro como sus ojos.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Traveler

Si supieras cuánto te extraño, Traveler. No se si extraño tu presencia así tan efervescente, o si extraño tus ojos -el mar inmenso azul y frío - Realmente no sé si te extraño o por inercia o por amor, no sé por qué te extraño, si yo te dejé ir. Te extraño porque siento tensar ese hilo tibio que une nuestros pechos, lo siento tirar cada vez que te busco en otro cuerpo o cada vez que te imagino en mis cuadernos. Te extraño por los cuerpos, te extraño más aún por el alma, el calor a la altura del pecho que sentía cuando te acercabas o cuando dormías a mi lado, extraño tenerte y no hablarte. Extraño el dolor de la costumbre y lo gris de la monotonía. Te extraño y es como si de mi vientre un pequeño gato gris hubiera salido despavorido y se hubiera perdido en las sombras. Te extraño porque no te encuentro, no me encuentro. Te extraño porque esto es un laberinto grande y azul como tus ojos, te extraño por las películas, por la música o la filosofía barata. Te extraño porque al lado mío tengo una sombra oscura que me absorbe los días, y no puedo combatirla. Te extraño porque esa sombra es extrañamente parecida a vos, Traveler. Te extraño porque esa sombra tiene tus ojos y tus manos. Es extraño, esa sombra conoce mis movimientos. Es extraño, la sombra y vos son lo mismo ahora ¿ y entonces por qué te extraño ?

miércoles, 20 de noviembre de 2013

las flores y el placer del mismo color

Trajiste flores y las tuviste que dejar en la mesa porque yo me quedé dormida esperándote y entraste y me viste ahí dormida con el vestido de encaje porque esta noche era muy especial y vos solo trajiste flores y yo acá dormida, era más fácil que me dijeras que no venías porque me ilusioné y el vestido rojo de encaje como las flores y si supieras que me quedé dormida esperándote y tengo puesta esa bombacha de encaje que tanto te gusta pero no, estoy dormida, siendo sincera ya no, desde que cerraste la puerta con tu poca delicadeza que me despertaste pero sigo haciéndome la dormida porque me enoja y tengo sueño y tus flores acá no solucionan nada ni el quilombo que estás haciendo en la cocina para ponerlas en alguna jarra porque florero no hay y siento tus pasos y cierro mis ojos con fuerza para que no te des cuenta de que estoy despierta y me des tus mil explicaciones y yo respiro lentamente y te siento recostarte a mi lado y me abrazás y no puedo evitar, es tu olor y que me agarres así y me doy vuelta y te miro a los ojos y te digo que te esperé toda la noche y vos perdón chiquita, y palpás el cierre del vestido empezás por mi culo y seguís caminando con tus dedos lentamente por mi espalda hasta que lo encontrás y lo bajás despacio como un cienpiés silencioso que busca esconderse en la oscuridad misma del fin de mi espalda y me saco el vestido y despacio porque así te gusta y siempre que te guste a vos primero que a mí, y sin vestido y vos sin ropa y que me agarres y busques infinitas bocas que besas por toda mi piel y por qué las flores rojas, el vestido de encaje rojo y el placer tan rojo, todo entre mis piernas y todo entre tus piernas porque ahí radica todo el problema que ahora estamos así tan desnudos y tan desposeídos que seguimos buscándonos en la espalda, en el cuello, en el vientre y más abajo aún porque preferís besar lo infinito y lo oculto, la divinidad escrita de toda mujer entre las lívidas piernas y preferís hundirte y perderte ahí como mis manos en tu pelo y te vuelvo a encontrar desnudo y lo imponente de tu ser y querés que te toque pero mejor no porque así te gusta, y los cielos mismos de tu lengua y tu boca que dirigen en mi los peores espasmos y por favor basta y que me des vuelta y elijas seguir besándome la espalda y la muerte y yo basta y vos dale y yo te digo que no y me doy vuelta y me paro y busco el vestido, la bombacha que tanto te gusta y me comienzo a vestir y como una feria envenenada me buscás a mí y buscás el veneno y yo toda consumida por los fuegos de los cuerpos me entrego sin lucha a tu dios y a tu cama atroz.

te traño

Lo que más extraño es ver películas con vos, eso de tenerte apoyado en mi hombro y eso de saber que si hago alguna acotación estúpida estás ahí. Lo que más extraño es eso, o saberte, o saber que puedo quedarme dormida y que me vas a contar que pasó. O que me vas a tapar los pies con algo o me vas a mirar con algo como empatía, o simplemente me vas a mirar. Lo que más extraño es que veas películas que a mi me gustan y que a vos no y después la disputa sea una guerra interminable en una cama o en un sillón o en tus ojos y los míos y que nos gane el amor a discutir o el amor a nosotros y a los sillones donde entramos perfectamente como una escultura divina. Lo que más extraño es ver películas que te gustan a vos y que automáticamente me gustan a mi y hacer de mi admiración por vos una película y terminarla otra vez como nos gustan los sillones, como nos gusta ser escultura y como nos gusta jugar a ser Dios o jugar a ser divinos. Lo que más extraño es salir del agujero, del pozo inmundo de mis días para entrar en los tuyos o florecer o ser divina. Lo que más extraño es la guerra de dioses interminable. Lo que más extraño es poner una película de Kubrik que ni siquiera terminamos de ver porque te gustaba más mirarme a los ojos y a mi me gustaba más mirarte a los ojos y a vos te gustaba más amarme a mi y no a vos y a mi me gustaba más amarte a vos a través del tiempo y con la peli de fondo y el soundtrack y el cine que nos hacía tan curiosos y nos hacía tan amantes y tan perfectos.

barro tal vez

Me estoy volviendo carne en un cuerpo sin vida. Rozando a la muerte y jugando a la escondida con ella. Me estoy escondiendo tras los huesos de un cuerpo que no es mío y que tiembla y llora en silencio. Soy el color gris en un amanecer tardío. Me estoy volviendo carne y eso duele en lo profundo. En el pecho, ahí, dónde late. Me estoy volviendo algo sin vida o sin carne o sin colores ¿el gris también es un color? te pregunté, y sollocé en silencio ¿o grité? Me estoy volviendo poesía en tu boca vacía, en tus ojos blancos y en tu silencio. Soy celuloide sin imagen. Soy partitura sin música y soy un libro sin palabras. Soy carne en un cuerpo que sufre y especula.
Especula con los días, con la vida. Con el tiempo que queda para salir de acá.

tu neutralidad inhumana que me persigue

Tu neutralidad es admirable, pero también es inhumana, ¿sabés?
dont you play me cheap, lo sabés, aunque no quiera buscarte te encuentro cada vez que trato de no encontrarte, es más hasta diría que te encuentro mientras trato de alejarme con ojos de nada y la lluvia asomándose, es inhumano y es admirable, es la indiferencia que te pone como rey inmenso de todos mis cielos y mis océanos inalcanzables. Acá adentro está todo revuelto en un cóctel asqueroso, y revolviendo te encuentro a vos, tus ojos, tanto océano por descubrir, vos tan solo. Los discos que ya no puedo escuchar porque la memoria es algo atroz, te encuentro cada vez que doblo una esquina o me subo a un micro, te veo en el humo y espero no vete ahora cuando enfrente a la muerte.

domingo, 3 de noviembre de 2013

las flores para sentirse bien

Ah - te tengo entre mis manos - ¿sabés hace cuánto quise tenerte entre mis frías manos? te tengo como en un vientre terriblemente inmenso que te abarca a vos y a mi juntos en mis manos, y, sabés hace cuánto esperaba esto? tenerte acá en mis manos que ahora son una cama que te tiene y sabés hace cuánto? pero ese tiempo atroz que nos condena y que ahora me dice que te tengo acá entre mis manos lívidas y que ahora no te quiero más, porque el tiempo ya pasó, pero yo ya te tengo y ahora no te quiero tener más, ojalá pudiera volverme un agujero negro y absorber mis pies, mis manos mis ojos y la muerte que tengo anudada en el pecho y espera por salir a matarse a si misma, muerte llena de flores, que me llama y me anuda el pecho con una soga, y mis manos sosteniéndote a vos, y vos tirando para abajo y una parte de mi se deja caer, y la otra trata de asomar la cabeza con fuerza sobre el nudo, sobre el dolor, sobre las sábanas y trata de salir de esa muerte espantosa, y esa mitad del cuerpo que tira y que me pide que me deje llevar, y vos en mis manos, junto al tiempo, y siempre luché por sacar la cabeza del nudo de la soga y de las sábanas, pero si vos estás tirando ahora desde abajo no sé si pueda, no sé si quiera salir.