es cierto, no escribo bien y tampoco tengo razón, las letras y la poesía han muerto pero también creo en la rencarnación

martes, 17 de febrero de 2015

la felicidad es la música porque nos ama y porque nosotros dejamos que ella nos ame



Quizás desespero en la búsqueda insólita de un amante así, bien semejante a una banda de rock and roll.
Y no cualquier amante aparente a cualquier conjunto de rock. Un amante así como la máquina de hacer pájaros.
Que hace el amor con toda la intensidad y el despegue de todo mundo material pero al final de el acto en sí no se olvida de acariciar cada-centímetro-de-piel con todo el amor del mundo y que es así porque las buenas bandas de rock y los buenos amantes no tienen miedo de que la cosa se mezcle con el amor y con esos sabores conyugales, una buena banda de rock como un buen amante te hace llegar al-mejor-orgasmo sin temer que en esa odisea las emociones se vuelvan confusas y porque al fin y al cabo, ¿por qué se emprendió esa canción, si no es para eso?
Un buen orgasmo como una buena canción despiertan mil y una sensaciones pero jamás la incomodidad y eso es gracias al buen arte del obrador (sea el músico, sea el amante)
Músico y amante ¿no es lo mismo? si al fin, quién acompaña cada beso, cada sueño y (cada tonta cosa) es la música y esta divinidad incomprendida no es obra de cualquier sujeto sino del músico en sí, que es el músico que nos ama y nos acaricia con un suave acorde luego de un im pre sio nan te solo que nos descoloca y es así que la felicidad es la música porque nos ama y porque nosotros dejamos que ella nos ame. (¿no funciona así también con los amantes?)