es cierto, no escribo bien y tampoco tengo razón, las letras y la poesía han muerto pero también creo en la rencarnación

miércoles, 7 de agosto de 2013

cadáver exquisito

Tenía tus ojos nada más
descendiendo en la espesura 
acuática, cristalina.
Beber era lo único que nos unía.
Las gotas húmedas del silencio, 
las palabras, la nada.
Eran tus manos, el silencio.
y ellas flotaban en la brisa acuarela
de difuminadas montañas


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