es cierto, no escribo bien y tampoco tengo razón, las letras y la poesía han muerto pero también creo en la rencarnación

miércoles, 20 de noviembre de 2013

te traño

Lo que más extraño es ver películas con vos, eso de tenerte apoyado en mi hombro y eso de saber que si hago alguna acotación estúpida estás ahí. Lo que más extraño es eso, o saberte, o saber que puedo quedarme dormida y que me vas a contar que pasó. O que me vas a tapar los pies con algo o me vas a mirar con algo como empatía, o simplemente me vas a mirar. Lo que más extraño es que veas películas que a mi me gustan y que a vos no y después la disputa sea una guerra interminable en una cama o en un sillón o en tus ojos y los míos y que nos gane el amor a discutir o el amor a nosotros y a los sillones donde entramos perfectamente como una escultura divina. Lo que más extraño es ver películas que te gustan a vos y que automáticamente me gustan a mi y hacer de mi admiración por vos una película y terminarla otra vez como nos gustan los sillones, como nos gusta ser escultura y como nos gusta jugar a ser Dios o jugar a ser divinos. Lo que más extraño es salir del agujero, del pozo inmundo de mis días para entrar en los tuyos o florecer o ser divina. Lo que más extraño es la guerra de dioses interminable. Lo que más extraño es poner una película de Kubrik que ni siquiera terminamos de ver porque te gustaba más mirarme a los ojos y a mi me gustaba más mirarte a los ojos y a vos te gustaba más amarme a mi y no a vos y a mi me gustaba más amarte a vos a través del tiempo y con la peli de fondo y el soundtrack y el cine que nos hacía tan curiosos y nos hacía tan amantes y tan perfectos.

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